Se ha ido de nuestra retina el reguero, la ropa tendida al lado del huerto, el Sr. Eulogio tomado el sol sentado en la silla de anea con reposa-brazos, y tampoco tenemos con nosotros ya a Claudio...
Todo eso se ha ido de nuestra retina, pero sigue en nuestro recuerdo para que podamos, de vez en cuando, evocarlo. Gracias por pasar un rato con nosotros y dejar constancia de ello, vuestros comentarios nos animan a seguir. Un saludo.
Ahora las obras están más avanzadas, dentro de nada la calle es una avenida
ResponderEliminar¿Y tú cómo lo sabes? ¿Y tú de quién eres?
ResponderEliminarSe ha ido de nuestra retina el reguero, la ropa tendida al lado del huerto, el Sr. Eulogio tomado el sol sentado en la silla de anea con reposa-brazos, y tampoco tenemos con nosotros ya a Claudio...
ResponderEliminarTodo eso se ha ido de nuestra retina, pero sigue en nuestro recuerdo para que podamos, de vez en cuando, evocarlo.
ResponderEliminarGracias por pasar un rato con nosotros y dejar constancia de ello, vuestros comentarios nos animan a seguir. Un saludo.