Enhorabuena a los pendoneros, chicos y chicas, adultos y niños que lucharon con el calor y el viento los dos días de camino y mantuvieron en alto el pendón y la pendoneta.
Y gracias, muchas gracias, a los que han acompañado a la Virgen con la cruz parroquial, en especial a Toño que siempre está pendiente de ello.
Gracias también a la junta vecinal por el avituallamiento en el camino y por los callos a las 6 de la mañana el día de la vuelta.
Juntos hacemos camino.